Microlearning, una excelente estrategia para la Educación continua de los profesionales.

Microlearning, una excelente estrategia para la Educación continua de los profesionales.

La nueva realidad social y laboral, cambiante, globalizada y con un alto grado de incertidumbre, está demandando al mundo de la educación un cambio de foco. Desde muchos foros, más si cabe en el actual panorama de la pandemia por COVID-19, pocos expertos niegan ya la evidencia de que no podemos preparar a los aprendices para su presente y su futuro empleando solamente las herramientas del pasado. El diálogo entre la tradición y la innovación profunda, sostenible y sistémica es más urgente que nunca, y la tarea de transformar la forma de aprender es ineludible. Cómo se están preparando los profesionales de la Educación para afrontar dicha transformación es una de las grandes cuestiones que atendemos en Educando desde hace ya una década.

Necesitamos caminar decididamente hacia un aprendizaje menos estandarizado que aquel que se ha venido practicando en la “escuela factoría” desde los tiempos de la Revolución industrial. Disciplinas como la Psicología cognitiva o la Neurociencia nos están recordando la importancia de recuperar para el estudiante un papel más activo, que le ponga realmente en el centro del proceso educativo. Personalizar el aprendizaje de modo real y efectivo es la respuesta a esta situación y al giro que se le está pidiendo al paradigma educativo.  Debemos entender de una vez que cada persona interioriza el conocimiento con diferentes estrategias, con un estilo distinto, a un ritmo y un nivel diverso. Trabajar por una educación que atienda esta personalización le dará un sentido personal e “intransferible” al propio aprendizaje.

Los últimos seis meses de pandemia de COVID-19 han sido, para el sector educativo, un laboratorio a escala mundial de lo que está por venir. En demasiadas ocasiones ha pillado por sorpresa a unos profesionales que seguían usando estrategias propias de la educación de los siglos XIX y XX. Este virus que ha cambiado nuestra forma de entender la relación con el entorno nos ha lanzado a algo que se ha bautizado como “enseñanza remota de emergencia” (Charles Hodges, Stephanie Moore, Barb Lockee, Torrey Trust y Aaron Bond) y que no es, ni mucho menos, un modelo adecuadamente planificado de aprendizaje en línea.

Independientemente del papel de “acelerador” que haya tenido la pandemia actual en la velocidad en que se den ciertos cambios, lo cierto es que los sistemas educativos de todo el mundo ya venían dando señales de cambio significativo en los últimos años. Por una parte, está el tan argumentado “cambio del paradigma”, en que el rol del docente va poco a poco cambiando para convertirse en “ingeniero de experiencias de aprendizaje”. Por otra parte, las nuevas tecnologías y el acceso a un grado mayor de información están cambiando claramente tanto en la forma de enseñar como de aprender. Desde Educando confiamos que la tecnología facilite un diseño curricular más personalizado a la medida de las necesidades y contexto de cada estudiante, y que además se valoren de forma creciente las competencias, destrezas y habilidades personales y prácticas por encima de la memorización poco significativa de contenidos enciclopédicos, ya disponibles a “golpe de tecla de Mr. Buscador de Google”.

Gracias a la tecnología, la información susceptible de convertirse en conocimiento es mucho más accesible pero, a la vez, esta nueva distribución añade nuevas capas de complejidad al mundo en el que vivimos, incrementando considerablemente la importancia de la alfabetización digital para los ciudadanos.

Con respecto a las necesidades formativas de los trabajadores de hoy y del mañana, y tanto si se trata de un trabajo antes desconocido, uno ya existente o uno que haga uso de una nueva tecnología, la velocidad vertiginosa del cambio en casi todas las áreas importantes del conocimiento generará, al cabo de un periodo muy corto, una obsolescencia de los saberes y una brecha entre lo que los trabajadores necesitan saber y lo que se les enseñó mientras estaban en la educación formal, por lo que las destrezas adquiridas se vuelven rápidamente obsoletas.

Esos nuevos entornos VUCA (Volatility, Uncertainty, Complexity, Adaptability) exigen conexiones más fuertes y más continuas entre la educación y el empleo, así como el reciclaje constante del profesorado que hoy forma a las futuras generaciones. Cada vez es más palpable la existencia de una brecha entre las habilidades que necesitan los empleadores y las habilidades que los estudiantes tienen al graduarse. Por lo tanto, la capacidad para adquirir continuamente nuevos conocimientos y mejorar sus habilidades a través de un aprendizaje independiente a lo largo de la vida es cada vez más importante.

El concepto de LongLife Learning (aprendizaje a lo largo de la vida; o aprendizaje y educación permanente) es ahora de vital importancia en los entornos sociales y laborales cambiantes de la “modernidad líquida”. Para la UNESCO, “El aprendizaje a lo largo de la vida para todos es una condición sine qua non para erradicar la pobreza y el hambre. Por otra parte, ciudadanos informados y activos son la clave para mantener la paz y la democracia”.

En esta propuesta, y con respecto a los objetivos que perseguimos en Educando, hemos diseñado nuestro nuevo canal educativo para Nanocursos en colaboración con la Universidad Miguel Hernández de Elche y entendemos ese Longlife Learning como la búsqueda continua, voluntaria y automotivada de conocimiento por razones personales o profesionales. Sabemos del compromiso del profesorado para atender a los retos de la “nueva educación” de la que hemos hablado al comienzo, pero también sabemos que debemos esforzarnos por facilitarles ayuda y eficacia en su formación continua

 

 

Promover las oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida para todos implica satisfacer las “necesidades básicas de aprendizaje” de cada persona, para que pueda hacer lo que necesita o desea hacer en su vida, y para continuar aprendiendo. Una solución de Microlearning como los Nanocursos democratiza el acceso a una formación continua y de posgrado de calidad y se convierte, además, en una opción excelente en medio de esta situación de pandemia en la que la teleformación es una opción más que recomendable. De esta forma, contribuimos también a la Agenda 2030 y, en concreto, a los ODS 4 (educación de calidad); ODS 8 (trabajo decente y crecimiento económico); ODS 10 (reducción de las desigualdades) y ODS 17 (alianzas para lograr los objetivos).

 

La educación personalizada online es, probablemente, la mejor herramienta para acercar este aprendizaje de por vida a los profesionales. Educando está convencido de que el formato de Nanocursos propuesto por la Universidad Miguel Hernández, que facilita el aprendizaje ubicuo, a través de cualquier dispositivo, en formatos de corta duración y a un coste más que asequible para cualquier bolsillo, es idóneo para la nueva realidad social y laboral y los entornos VUCA que caracterizan el siglo XXI.  

 

                                                                                         Eva Teba Fernández

                                                                                         Directora pedagógica de Educando.       



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