El Marco Común Digital Docente y la formación al profesorado

El Marco Común Digital Docente y la formación al profesorado

El pasado 13 de julio el Boletín Oficial del Estado publicó la resolución 7775, con fecha del 2 de julio, anunciando un acuerdo que proviene de la “Conferencia de Educación sobre el marco de referencia de la competencia digital docente

Me permito extraer del acuerdo los párrafos que considero importantes:

la Recomendación del Consejo Europeo de 22 de mayo de 2018 relativa a las competencias clave para el aprendizaje permanente incluye la competencia digital, junto con la lectoescritura y el cálculo, entre las capacidades básicas a las que se debe prestar especial atención”.

el uso adecuado de las tecnologías digitales en los contextos de la educación, la formación y el aprendizaje para facilitar la adquisición y desarrollo de las competencias clave”.

“Garantizar la adquisición y desarrollo de las competencias clave por parte de los estudiantes y, en último término, de todos los ciudadanos, requiere un adecuado grado de desarrollo de la competencia digital de los docentes y de los centros educativos

La formación permanente es definida como derecho y obligación de todo el profesorado en el artículo 102 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, y surte efectos específicos en el desarrollo de su carrera profesional como mérito en procedimientos de promoción o movilidad o como requisito para obtener ciertos complementos retributivos.”

Ya hemos hablado en post anteriores (Enseñanza Online: Modelo Tpack y Plan & Go) de que la integración de las nuevas tecnologías en los procesos educativos es imparable, y se ha acelerado en la circunstancia de la pandemia que estamos viviendo. Esta resolución del BOE no viene a más que a redundar en esta idea.

Quizás lo más significativo de esta resolución es la importancia que da a la formación de la competencia digital del profesorado y cómo esta es fundamental para que los alumnos desarrollen esta competencia clave. Y el marco de referencia de la competencia digital docente (Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado, 2013) es el que nos va a guiar en este proceso de formación.

El marco incluye 5 áreas para el desarrollo de estas competencias:

  1. Información: Identificar, localizar, recuperar, almacenar, organizar y analizar la información digital, evaluando su finalidad y relevancia.
  2. Comunicación: Comunicar en entornos digitales, compartir recursos a través de herramientas en línea, conectar y colaborar con otros a través de herramientas digitales; interactuar y participar en comunidades y redes; conciencia intercultural.
  3. Creación de contenido: Crear y editar contenidos nuevos (textos, imágenes, vídeos, etc.); integrar y reelaborar conocimientos y contenidos previos, realizar producciones artísticas, contenidos multimedia y programación informática, saber aplicar los derechos de propiedad intelectual y las licencias de uso.
  4. Seguridad: Protección personal, protección de datos, protección de la identidad digital, uso de seguridad, uso seguro y sostenible.
  5. Resolución de problemas: Identificar necesidades y recursos digitales, tomar decisiones a la hora de elegir la herramienta digital apropiada, acorde a la finalidad o necesidad, resolver problemas conceptuales a través de medios digitales, resolver problemas técnicos, uso creativo de la tecnología, actualizar la competencia propia y la de otros.

En este tiempo de “enseñanza remota de urgencia”, y como ya comentamos en el post anterior, nuestros docentes han tenido que aprender una multitud de herramientas para poder usarlas lo más rápidamente posible. Ahora llega el momento de organizar las ideas, de poder hacer con los docentes un estudio de su actual competencia digital basándonos en el marco común y poder establecer planes de formación adecuados para la consecución de la competencia digital. Debemos dar el salto a un adecuado diseño instruccional para la instrucción híbrida o virtual pura, y superar esa “enseñanza remota de urgencia” de la que hablaba al comienzo del párrafo.

Sería inadecuado pensar en que todos nuestros docentes tienen que adquirir el nivel máximo de competencia. En nuestros claustros tendremos compañeros con una base tecnológica amplia que podrán adquirir ese nivel máximo y que serán los que nos ayuden, a nivel interno y compartiendo sus talentos, a que el resto de los profesores vayan adquiriendo los distintos grados de competencia que nos señala el marco.

Hemos de “bajar a la tierra” lo que el marco nos pide. Ahora mismo hay multitud de herramientas y plataformas que nos permiten adquirir las competencias que el marco prescribe, pero hemos de ser realistas. Tenemos que pensar cuidadosamente, como centro y alineado con nuestra estrategia, y de forma democrática con nuestro claustro, con el fin de facilitarle su tarea. Tenemos que alinear las competencias que nos pide el marco con herramientas sencillas, dotando al docente de habilidades para que pueda reciclarse con nuevas versiones y nuevas aplicaciones. No debemos olvidar que una pieza clave en el diseño instruccional es la integración de estas herramientas con las programaciones didácticas, con la planificación de los contenidos, con los objetivos del currículo y con la integración de metodologías activas en el aula (Ap. S, ABP, Gamificación, Clase inversas, Paisajes de aprendizaje….) que nos permitan los aprendizajes competenciales que perseguimos actualmente.

Y no podemos olvidar que uno de los objetivos de ese marco es que nuestros docentes ayuden a desarrollar y evaluar la competencia digital de los alumnos. Siempre pensamos que nuestros alumnos tienen una competencia digital avanzada, cuando en muchos casos no es así. Nuestros alumnos suelen ser muy rápidos en la adquisición del manejo de una herramienta tecnológica, pero les cuesta mucho trabajo llegar al último nivel de la Taxonomia de Bloom: Crear. Se manejan muy bien en Redes Sociales y grupos de conversación pero no conocen las reglas básicas de protección de sus datos personales y de su identidad digital, la “Netiqueta”. Saben navegar por Internet pero no tienen las herramientas para localizar, filtrar y organizar los recursos necesarios para su actividad. Utilizan Internet para jugar y comunicarse pero no conocen las herramientas para hacer gestiones con sedes electrónicas y participar en acciones sociales, políticas o culturales, para empoderarse como ciudadanos.

El papel del docente es fundamental. En este momento de pandemia, cuando quizás el mayor cambio que va sufrir nuestra sociedad es el impulso en la digitalización de muchas de nuestras acciones, nuestros alumnos tienen que estar familiarizados con estas competencias y son nuestros docentes los que les pueden ayudar en este camino.

Es el momento de comenzar a planificar planes de formación ligados al marco digital docente, personalizados a cada centro y cada situación. En Educando hemos desarrollado nuestro “Plan&Go Digital” para ayudar a los centros educativos en el desarrollo de este proyecto.

Andrés Fuentes

Director General de Educando



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